El billar es un deporte que muy poca gente conoce o que piensa que es más bien un juego para apostar dinero, pero yo voy a demostrar que es un deporte que puede hacer divertir a la gente, pasar el tiempo en familia o con amigos, jugar campeonatos, viajar a sitios nuevos...
Existen muchos tipos de juegos: billar de bandas, bola 8, bola 9, bola 10, 14.1... Hay países que tienen diferentes maneras de jugar al billar, pero ese ya es otro tema.
El billar de bola 8 (el más conocido de todos) consiste en que cada persona tiene que entronerar 7 bolas más la negra (última bola de todas) en 6 agujeros de una mesa. Las bolas se distinguen en lisas (1 color) y rayadas (2 colores). El grupo de la que sea la primera bola que entroneres (le llamamos entronerar a meter la bola en uno de los 6 agujeros a los que se llaman troneras) es con el que debes seguir toda la partida.
Se tira con una herramienta a la que se llama taco, tiras a la blanca para que esta golpeé a otra bola y, finalmente, esta entre en la tronera (existen muchas normas y penalizaciones de juego).
Bien, una vez que ya sabes cómo funciona este juego puedes hacerte una idea.
La mayoría de la gente piensa que es fácil cuando sabes coger el taco y sabes jugar, pero lo que el ojo no ve es todos los pensamientos de un billarista cuando juega; quizá te sorprenda, sin embargo son tantas las variantes de tiro que te puede causar dolor de cabeza.
Normalmente si eres un buen billarista piensas en: a dónde puede ir a parar la blanca, con qué fuerza debes tirarla, cómo te va a quedar la blanca para la siguiente bola, cómo le quedará el tiro al siguiente si fallas, en qué punto de la blanca debes dar...
Hay muchísimos pensamientos que pasan por la cabeza de un billarista cuando se trata de jugar.
A mí, personalmente, me interesa el billar porque así puedo pasar tiempo con mi familia y tengo la suerte de que a ellos también les guste. Ganando pequeñas grillas (cuadrante de enfrentamientos de los jugadores), he llegado a competir en un campeonato de España en Zaragoza (2020) lo que, a ser sincera, me hizo sentir como la reina de Inglaterra.
En el hotel Boston de Zaragoza (lugar donde me hospedaba) conocí a muchísima gente: billaristas de nivel internacional, familiares de billaristas... de todo. Sin lugar a dudas, mi hermana y yo éramos las jugadoras más jóvenes de todos los que estaban allí.
Cuando comencé a jugar al billar con más o menos 9 años, no me enteraba de absolutamente nada. Miraba a la gente que sabía jugar genial y me dije para mí: “esto es súper fácil”. ¡Qué risa! La primera vez que se me dio por coger el taco, se me cayó encima de la mesa de lo mucho que pesaba, o al menos en ese momento me pesó mucho. Desde ahí, he pasado por muchas experiencias con el billar como partir un taco con la pierna.
En fin, a lo que quiero llegar es que, aunque sea un deporte que solo se juegue en cafeterías y casinos, no significa que no sea igual de divertido que los demás; así que desde este texto te animo a probar este deporte diferente: el billar.
Emma 1º A.
