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Diario del ratón de Carmen y Carlos.

23/11/2013 Querido libro de vida: Hoy, como siempre, he salido de mis pequeños aposentos a buscar algo de comer. La dueña de la mansión donde vivo, Carmen, ha tapado el pequeño hueco que hay en la pared. Menos mal que yo estaba fuera, si no me quedaría dentro de aquella pared de por vida. Menuda tarde, todo el día intentando hacer uno nuevo. Con mucho esfuerzo lo conseguí. Antes el pequeño huequito estaba en la cocina, así era más fácil llegar hasta el queso que su marido, Carlos, compra cada semana en el mercado. Pero he descubierto algo mucho mejor, Carlos tiene una neverita pequeña debajo de su cama. Puede parecer raro pero ahí es donde guarda el mejor queso que he probado. Después de prometerle a su mujer empezar con la dieta, come por la noche a escondidas; yo entiendo a Carlos, ese queso es una maravilla, me da un poco de pena el pobrecito...

Hasta mañana, un ratonil saludo.



24/11/2013

Querido libro de vida: Hoy he estado reparando mi nueva casa, es bastante acogedora, un poco más pequeña que la otra pero está bien, lo único que falla esque estoy debajo del cabecero y su mujer ronca muchísimo. Es como si tuviera un motor funcionando a mi lado. Nunca me cayó bien esa mujer, es rencorosa y mala con todo el mundo, intentó dejarme sin casa sin motivo alguno. No sé cómo Carlos es capaz de aguantarla, por no hablar de su hijo, ay su hijo... Ese niño es una fotocopia de ella, tienen los dos el mismo carácter. Su hijo, Marcos, tiene unos 14 años; eso sí, es tan rencoroso y caprichoso como ella. Hoy los amigos de su hijo han venido a casa para, como dicen ellos, "estudiar". No me extraña la verdad, con la gigantesca casa que tiene... ¿A quién no le gustaría pasar allí una tarde? Sus amigos van allí, pero en vez de estudiar están toda la tarde charlando. Hasta mañana, un ratonil saludo.


25/11/2013 Querido libro de vida: Hoy he descubierto algo asombroso: Marcos tira la comida que sus amigos le traen como agradecimiento. He oído cómo le dice a sus padres que la comida que ellos le traen no está a su altura. Me parece fatal cómo desprecia las cosas, por suerte yo puedo apreciarlas, esas bolitas de queso están geniales, aunque reconozco que no tienen comparación con el queso que Carlos tiene en la neverita debajo de su cama. Así, comiendo, se me ha pasado la tarde y he recolectado unas cuantas para llevarlas a mi nueva casa por si me da hambre por la noche. La verdad es que no duermo mucho con los ronquidos de su mujer, pero al menos tengo esas deliciosas bolas de queso para mí solo. Aún así, no me han durado nada, me las comí en una milésima de segundo. Como tenía demasiada hambre, fui a coger unas cuantas a la papelera de la habitación de Marcos. Duerme con la puerta abierta, así que no es difícil acceder a ella. Para tener los años que tiene es bastante miedica, dice que le da miedo. Entre nosotros, sigue durmiendo con sus padres. Hasta mañana, un ratonil saludo.

26/11/2013 Querido libro de vida: Hoy los dueños de la mansión han decidido que se van a mudar a una mansión más grande . Aunque no parezca creíble, dicen que es más grande (sinceramente, no soy capaz de imaginar una casa todavía más grande). Solo pueden pasar dos cosas, la primera que me toquen unos dueños mucho mejores. La verdad, no es muy difícil. La segunda es que me toquen unos todavía más tiquismiquis de los que ya tengo. Voy a hechar mucho de menos a Carlos, yo creo que el no tomó la decisión de marcharse. Seguro que fue la pija de su mujer, es el diablo en persona. Espero que me toquen unos dueños mejores, claro que sí, hay que ser optimistas. No creo que puedan superar a Carlos, pero eso está por ver. Solo espero que también compren ese queso tan delicioso. Hasta mañana, un ratonil saludo.

María 1º ESO A

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