Mi abuela por fin me lo dijo : “Los ratones viven 11 años, me temo que tendré que buscar una solución rápidamente.” Yo me quedÉ impactado, no podía siquiera moverme. Después de 5 minutos, ya asimilé todo y le pregunté a la abuela: “¿Abuela encontrarás una solución?”. Y ella me respondió que lo intentaría con todo su corazón y esfuerzo.
Unos días más tarde, la abuela me preparó una de sus deliciosas sopas con tomate y queso que tanto me gustan, y le pregunté si ya sabía cómo podía volver a ser un niño. Y me dijo que aún no, y después me tomé la sopa y de repente, mi cola desapareció; me quedé boquiabierto.
La abuela hacia sopas mágicas.
La abuela, al verme, se quedó como yo y le dije que su sopa era mágica, que se estaba convirtiendo en un niño otra vez. La abuela y yo sentimos una felicidad enorme y le dije muy entusiasmado : “ Abuela, si me baño en la olla de la sopa me convertiré ya en un niño como antes.” La abuela me dijo que mejor no porque podría ser muy peligroso convertirse en un niño así de repente, había que mejor tomarla poco a poco cada una semana. Yo al oír eso pensé que tenía sentido, así que esperé hasta la siguiente semana y efectivamente funcionó. Ahora era un niño con pelo de ratón y hocico así que había que esperar dos semanas más. Después de esas dos semanas, ya era un niño como antes y además mi abuela me dio una sorpresa... ¡Eran mis ratones blancos! La abuela me dijo que los había encontrado en el comedor mientras yo estaba en la cocina y los había escondido por si los necesitaba. Abracé a mi abuela y a mis ratones y fuimos felices para siempre mi abuela, mis ratones y yo.
Yago 1º ESO A